EL YING Y EL YANG

Somos los que se perdieron sin haberse encontrado,
somos el sueño, el ayuno, somos imsonmio y amparo.
somos tensión en mis ojos, somos orgullo,
somos la dama y el vagabundo,
somos los dos sin querer ser jamás uno.


Somos preguntas incontestadas, al aire,
respiraciones de más y latidos de menos,
somos el frío en tus ojos, el calor en mi sangre,
somos las noches de invierno donde se muere la carne.


Somos las bocas que destilan vanidad,
somos los besos que jamás nos daremos,
somos dos locos que se escupen la verdad.


Somos saliva gastada en abrillantar sueños,
sueños que no miran como tú a este feo,
que no ven tus manos como yo las veo,
que no saben nada de manejar deseos.


Soy quien te busca a ciegas, y a sordas, y a mudas,
soy tu vientre, soy tu olor, soy tu regazo,
soy quien se abriga las lágrimas con tu rechazo,
soy las llagas de mi alma bien desnudas.


Somos la furia en mis pulsos, tú la calma y el arte,
soy gritarte en los rincones, y perderme en la maleza
a buscar más ilusiones que me olvidé de regalarte.


Soy la fuente de la tristeza pues no sé cómo amarrarte,
soy el circo al que le crecen los enanos,
soy la historia que termina en la palma de tus manos,
soy la histeria que germina al tú negarte,
soy morirme en el silencio, en el desprecio, o en el vano.
Soy olvidarte, soy los besos que ya no están,
Somos, como siempre, el ying y el yang.

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