Escucha,
que aunque los sueños del mañana se derritan en cizaña,
aunque el destino se divierta jugueteando en mis entrañas,
y en las tuyas,
a veces ayuda saber que hay unos labios
que se mueren, que enmudecen por tocar,
unas manos que se mueren, que estremecen por mirar,
y unos ojos que se mueren, que se hieren por besar.
...que se borren los días en nuestro calendario...
...dejar atrás lo que quiero que esté delante...