SI LA VIERAS

Ella es la fría esperanza de la oscuridad,
es la noche encarnada en el fuego
de la piel de la mujer.

Ella es el susurro de tu soledad,
es la sombra desgastada de los sueños
que olvidaste recorrer.

A veces quisiera morir en el negro de su mirada.
Fuego negro que me quema, que me arrasa y me aniquila.
Quisiera morir en sus párpados negros como la nada,
en su boca de cerveza y de tequila.

Quisiera morir en el pecado de sus manos;
sólo sus manos saben cómo hacerme descansar.
Sólo sus manos saben hacerme bailar,
y pintarme la carita del nácar de su reflejo.

Ella vive en mis espejos,
la busco por detrás de mí clavándome su dulzura,
agarrada a mi cintura,
con el regalo de su abrazo sincero.
Es su silenciosa manera de decirme que me quiere,
como quieren las espinas a la rosa,
o los dientes a las bocas,
o las olas a las rocas.

Contémplala un segundo en el silencio que te impone,
te romperá, te rendirá, te irá venciendo,
y tú sólo querrás que su piel sea tu piel,
que su lengua tu alimento,
que su calor sea tu invierno.

Que su invierno te eleve hasta la aurora
como llevan a la luna las crestas de las olas,
como mece al sueño el sabor de la amapola,
como mueve al mar el rumor de caracolas.

Un solitario beso de labios consentidos.
Es su manera preciosa de endulzarme las heridas
con su piel de mariposa.
Es su irremediable desgastar en mis sentidos.
Son dos filos para mis labios
sus labios de pan y vino.

Ella es la flor que sabe de conservar sus pétalos de rosa
entre zarzas de miradas,
entre abrazos de espino.
Que sabe de buscarle sentido a un destino que no importa,
a las cuchillas que no cortan,

a las bocas que no besan...

La flor que se abre y me trae la primavera,
y volver a verla, y desearla
como la vez primera que me cubrió con su fragancia,
y querer besarla,
y sentir como sus uñas me inoculan de arrogancia,
y no atraparla,
y no rozarla,
y entender cómo mis sueños se disfrazan de distancia.

2 comentarios:

June dijo...

... Por fín...ya me aburría sin tus preciosas poesias.

Besitos

Nowhere Carlos dijo...

Hola Helena,
parece que, una y otra vez, volvemos a encontrarnos aun sin quererlo.

Anda, escríbeme un correo.
Ya sabes a dónde.

Un beso.